Acabo de terminar con una deliciosa comida, unas ricas fajitas y caldo de frijoles pintados de blanco con chuleta, mi santa madre dice que los por mi bautizados frijoles blancos se llaman “Alubias” pero a mi no me engaña, esa extraña leguminosa con mayor fisonomía de tictac que nada, es un frijol pintado… o un tictac aguado…, de lo único que en estos momentos estoy completa e irrefutablemente seguro es de que quiero, necesito y merezco una rusa de Don Candy, y dada la imposibilidad de adquirir una en este mismo instante me conformare con hablarles de este singular personaje que día a día vela por los lánguidos estómagos cetianos.

El señor Armando o mejor conocido como Don Candy es para nosotros los cetianos lo que Jesús es para los cristianos: un salvador. Tal vez no nos salvara del fuego eterno del infierno pero por lo menos calma el ardor de nuestros estómagos, y es que saliendo del CETI a las 3:00 de la tarde con el calor sofocante que prometen las tardes de primavera y el largo camino hasta el camión, es de esperarse que a la hora de salida todos los cetianos se dirijan con premura a la característica mototienda azul (o si lo prefieren al “CandyMovil”) para un poco de sustento en la travesía diaria. A mi me gusta pensar que Don Candy es el hijo perdido de el señor Willy Wonka, solo así llego a comprender como es que una persona puede ser tan feliz vendiendo dulces (además si lo miran con cautela y atención encontraran el parecido).

Con Don Candy nos podemos encontrar una surtida variedad de dulces cautelosamente seleccionados para el óptimo desempeño estudiantil, dejando solo aquellos dulces que contienen lo mas esencial para el cetiano promedio: azúcar, carbohidratos y mas azúcar. También se encuentran las salchichas o “Salchis” como les dice nuestro buen benefactor y los bien conocidos churritos, la perfecta combinación de estos dos nos da por resultado el tan amado “ComboCandy”, y si eres de las personas con estomago fuerte y espíritu aventurero también puedes agregarle cacahuates japoneses (todas las combinaciones posibles según el ancho de tu cartera). Y como dejar atrás las fabulosas Rusas (y por mas fabulosas que sean no me refiero a las señoritas oriundas de Rusia, si no, a la bebida), no existe método mas efectivo y decente para pistear ya sea en el CETI o en sus alrededores que, traer una botella de alcohol concienzudamente colocada en la mochila un día anterior para así, llegado el momento de disfrutar una Rusa (seguimos hablando de la bebida, pero igual la otra puede ser propiamente disfrutada) verter el contenido de esta botella en la característica y tradicional bolsita de plástico y así convertir la Rusa en Cuba libre. (Pueden también conseguir en el Oxxo una botellita de Tonayan, pero no olviden andarse con su perro lazarillo).

Don Candy además dispone de diferentes métodos de pago pensados certeramente para el estudiante necesitado, se le puede pagar mediante efectivo, transvales, vales de despensa, cheques al portador, tarjeta de crédito o debito, empinadas prudentes, servicios varios, etc… (Para que les miento, solo acepta transvales y efectivo pero me gusta andar de mamon chistosito). Pero si quieres conseguir transvales con Don Candy es como ir a las tortillas, entre mas tempranito mejor porque luego ya no hay.

Otra cosa que me tenia las tardes pegado a la Don Candy Shop eran las muy bien proporcionadas vestidas edecanes de nuestro dulcero favorito, muy lindo el uniforme del Enrique de Ossó, si, muy bonito el uniforme de colegiala… (ya no las eh visto, eran una perfecta estrategia de mercadotecnia).

En fin, me encanta ir con Don Candy porque el siempre sabe lo que me gusta (y no piensen mal porque seguramente el también sabe lo que les gusta a ustedes). Es tan versátil y eternamente atento que le comunicas tu necesidad de "salchis" o de algún aperitivo preparado y el te dice: —sin chile verdad— (o con chile para a aquellos que les gusta lo picosito). —si Don Candy ya se la sabe, como siempre, usted como me cuida—.

Don Candy me ah marcado tanto que ahora cuando quiero quedar bien con una señorita le digo: Ehy, te invito una copa o... prefieres un “DonCandyshot”; Consumo tanto con Don Candy que cuando quiero desayunar rico y barato digo: ehy vamos a la “Candyfonda”. Y si tengo problemas se que Don Candy siempre estará ahí, incondicional, benévolo, altruista, con una botella de salsa picante en una mano y la de limón en la otra, que personaje…

Por hay cuentan los estudiosos de altos semestres que además de dulcero, Don Candy organiza despedidas de soltero, la logística es simple: Escoja el dulce que sea digno de su predilección, despoje a este ya sea suave o salvajemente de su envoltura (según sus ansias se lo permitan), acaricie con los dedos el dulce manjar antes de con un fugaz lengüetazo comenzar a disfrutar, cuando este se termine prosiga con otro, se recomienda que cuando llegue al estado de empalagamiento detenga el consumo, no se le vaya a usted escaldar la… lengua. También organiza despedidas de soltera, y aquí es donde Don Candy se pone cachondo. (Aplica la misma logística).

Don Candy si algún día la vida me lo permite, deseo ser tan querido como lo es uste'.

—"yo no compro dulces, voy con Don Candy"—Cetiano conocedor.

Entre otras cosas una chavita estuvo pasando hace ya dos semanas (si traigo las nuevas ¬¬) por los salones preguntando muy acongojada por su querida Laptop, la había extraviado y necesitaba la información que residía en el aparato, la recompensa para aquel que le devolviera la laptop era en si, la misma computadora.

Me comunicaron hace poco el inesperado desenlace de la historia, y fue que nuestros amables y siempre atentos señores de la papelería Seiton llenos de profesionalismo y buena intención le guardaron la computadora a la señorita, claro que algunas personas se percataron de esto y enteraron a la desafortunada, ella como es de esperarse fue a hablar con los señores para que le regresaran su portátil pero, los señores fueron visitados anteriormente por el alemán (Alzheimer) y según ellos no sabían en absoluto de lo que hablaba la chavita, habiendo testigos esta los llevo con los señores y no tuvieron opción mas que la de aceptar la culpa y regresar la portátil… donde han quedando los valores…

Hasta Pronto.